Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 27 de diciembre de 2021 última revisión
El día siete de octubre Fue Domingo de Guzmán Tenía tanta paciencia A este gran predicador le enseñó nuestra Señora los misterios del Rosario que él repartió de esta forma: Lunes y Jueves, Gozosos. Martes, Viernes, Dolorosos. Miércoles, Domingos, Sábados, éstos son todos Gloriosos. Con esta gran oración El día siete de Octubre Las tropas en pie de guerra, suena el clarín y se embarcan, ¡Españoles, Viva, España! ¡Viva España!, repitieron aquellos bravos leones El viento cambió de ruta |
No sólo ganaron ésta los valerosos cristianos porque en el puerto de Roma derrotaron al tirano. Antes de empezar la lucha el Ejército cristiano con devoción y con fe rezó el Santo Rosario. Confesaron, comulgaron, y con mucha devoción invocaron a la Virgen que muy pronto les oyó. La petición santa y buena que pidieron con fervor, a los muy pocos instantes la Virgen la concedió. Lucharon nuestros soldados con ánimo y con valor para defender el puerto que el enemigo ocupó. Los ejércitos cristianos bizarramente atacaron y en poco más de dos horas a los turcos derrotaron. ¿A quien debemos la gloria de este triunfo singular? A la Virgen del Rosario nuestra madre celestial. La Virgen subió a los cielos y desde su trono está derramando a manos llenas un hermoso torrencial. De cosechas y salud que esto es lo principal; esencialmente a Novillas porque Os quiere ensalzar cada año en sus Fiestas por toda la eternidad. |
Después de este magnifico pregón los danzantes pasan a realizar todas las mudanzas (diez) siempre realizadas usando palos, finalizando con el alegre, rápido y vistoso baile de cintas o trenzado.
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