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Salí la semana a pasear, pongamos que el martes.
Debía ser primavera por que la ciudad parecía con nuevas fuerzas.
Todo se movía hasta el tranvía que parece que esta en fase beta, en pruebas, o como un juguete para enseñar a los amigos ahora que todavía no estaba abierto al público.

A la altura de la Plaza de San Francisco hasta el tranvía tubo que parar para que pasara una manifestación de universitarios bastante cabreados con el endurecimiento de sus futuras posibilidades de trabajo, como si el tema no estuviera ya bastante duro.

No se el sentido que tiene que según el año que te licencies las condiciones para poder sean distintas independientemente de tu merito y capacidad, un nuevo modelo de negocio para el país que no se entiende muy bien.

Pero estos no eran las únicos ciudadanos cabreados, o por lo menos no eran los únicos que se manifestaban ese mismo día pues a las puertas del «clínico», el Hospital Clínico Universitario, también en la Universidad pero ahora en la Avenida Gómez Laguna, se podían ver escritas algunas discrepancias con la realidad laboral que se impone o que se quiere imponer.

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